19 JUL 2013
COLUMNISTAS
El Sr. K
Una de las vanaglorias de la Revolución Ciudadana ha sido ese rescate integral del servicio público y la reestructuración de la burocracia. El puntal: los seis minutos que se demora en sacar la cédula. Y que se eliminó el cargo designado para que te den un pañito después de poner la huella. Se buscó acabar con la anarquía. Y no la buena anarquía. Sino esa anarquía donde se convertía cada institución pública en la tierra del tramitador en una red burocrática antidemocrática, agresiva y perversa. Una burocracia impávida que se ha colado en nuestra mentalidad tropical del quehacer tramitológico y se ha arraigado como una marca de Caín en nuestra ecuatorianidad. Leer más...