16 AGO 2013
COLUMNISTAS
Realidad con anteojeras
En Carlisle, un poco conocido pueblo de Pensilvania, hay una poco conocida academia militar. Es un instituto donde se educa, no entrena, a la élite militar como uno de los requerimientos para ascender a las jerarquías finales de la carrera. Muy orgulloso de Carlisle Barracks, el coordinador de la institución comentó sobre los militares que han pasado por ahí: un crisol de nacionalidades, de aliados estratégicos basados en una visión de defensa global sustentada en esa doctrina muy americana del “soft power”. Leer más...