07 JUN 2013
COLUMNISTAS
Zona de promesas
Me siento incómodo ante la necesidad de un 10% para que se regule le petición de una minoría. Uno menos y el Estado no tendrá la necesidad de garantizar mis derechos. Regular una construcción que no nace de la ley, sino de la sociedad. La institución de matrimonio, como parte de una tradición judeocristiana, entendida como una descontextualizada interpretación bíblica, no puede ser la regla gubernista para determinar quién tendrá acceso a la protección legítima del Estado. No parto del ateísmo, ni del materialismo, ni el género. Parto del Buen Vivir, de la valoración y el reconocimiento de nuestras diferencias, que cobija a todos los ciudadanos, no solo a los que son capaces de arracimarse en 10 por cientos. Leer más...
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