(Artículo publicado el 30 de marzo de 2012 en El Telégrafo)
Del boicot a la negativa, el presidente Rafael Correa ha mantenido el suspenso de su asistencia a la VI Cumbre de las Américas. Desde las angustiosas críticas de la canciller colombiana (y las posterior rectificación del medio que las descontextualizó) hasta las eclécticas diatribas de León Roldós, todo parece decantar en el mismo show mediático de siempre. Y esa condición tropical de nuestra política es lo que desvía la atención de las cuestiones fondo; cuestionamientos válidos a una estructura internacional basada en una hegemonía impositiva rectora de nuestra agenda y, peor aún, de nuestra política social, económica e internacional. Leer más...