(Artículo publicado en El Telégrafo el 23 de marzo del 2012)
Reduciendo toda la parafernalia mediática oficialista y opositora de la marcha, descontando los aprovechados, los superficiales, los borregos, los populistas y los asalariados, hay un cuestionamiento profundo al modelo productivo y político que está impulsado desde el Gobierno. La Conaie viene con una aglomeración de movimientos políticos, muchos de los cuales apoyaron la reelección del presidente Correa, volviendo la marcha heterogénea, en ideología y ambiciones.
Pero en el centro neurálgico de esto, hay un cuestionamiento válido desde la izquierda amparada en un modelo social y una reivindicación obtenida en Montecristi. No son los afanes presidenciables, ni los intentos de desestabilización, ni la necedad del sinsentido de aquellos que gritan por gritar, deslegitimizando una propuesta válida (que los hay); es la perpetuación de un modelo que se viene combatiendo por décadas. Leer más...
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