viernes, 9 de septiembre de 2011

Por una verdadera competencia (I)


Alguna vez Kofi Annan dijo que “debemos escoger entre un mercado conducido por cálculos de ganancia a corto plazo y uno que tenga un rostro humano”. El mercado nacional es, por decirlo de algún modo, despiadado.
Las conductas anticompetitivas y la agresividad de las políticas empresariales amedrentan cualquier intento de incentivo al pequeño y mediano empresario, intentos que no terminan de cuajar en un mercado inmisericorde. El afectado: el consumidor. Un consumidor que se ha vuelto indiferente por la impotencia de un sistema que, históricamente, ha buscado priorizar el interés empresarial (que no es malo) sobre el interés social (que es muy malo). Un consumidor apático por la incapacidad de elegir y beneficiarse de las “bondades” del libre mercado. Leer más...

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